Hay articulos que solo se pueden coleccionar en la memoria, porque su propia naturaleza los hace imposibles de guardar, o de conservar adecuadamente, uno de ellos es el Pan, que siempre y sin excepcion termina en el estomago del coleccionista.
En particular siempre me ha gustado comer la comida tipica de los lugares en los que estoy, y uno de los elementos basicos de casi cualquier lugar, son los panes, que en si mismos son un resumen cultural de cada lugar. Y asi tenemos Volovanes en Veracruz, Pan de Pulque en Tlaxcala, Pan de Maiz en Michocan, Bollos en Estados Unidos, Pan de papa en Irlanda, o los incomparables panes recien horneados del USS Forrestal; todos ellos devorados con prontitud y que ahora solo existen en mi memoria.
Y uno de los mas deliciosos, es el Pan de Dia de Muertos de la Huasteca, que cada vez es mas dificil de conseguir, este pan en particular fue obtenido con algo de dificultad en Tulancingo, y es un ejemplo de esas deliciosas tradiciones que estan desapareciendo.
Recuerdo la existencia de un pan muy parecido a este, pero espolvoreado con Azucar roja o rosa, y que representaba un hombre muerto sangrante, los consumia en mi niñez y vagamente recuerdo que se conseguian tambien en la Huasteca, pero creo que era en la Veracruzana; sin duda alguna, resonancias historicas de alguna vieja tradicion azteca ya olvidada.
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