Mi esposa cumple años este mes, y como todo buen esposo prevenido, ya tengo listo su regalo, se muy bien que a ella le fascinan las zapatillas, tiene una coleccion enorme, supongo que como de 30 o mas, y lo mas divertido, es que cuando se esta arreglando, hace la queja que tan bien conocida es por los casados: No tengo Zapatillas para ese vestido; aunque su vestidor este rebosante de cajas de zapatos, es un misterio de la vida, que entienden las mujeres por No tengo zapatos, los hombres nos las arreglamos con 5 pares o menos comunmente, pero para ellas 10 pares equivale a andar descalzas.
Pero esto me permite hacer una reflexion sobre el Arte de estar casado, a los hombres nos gusta coleccionar, esto es, adquirir, clasificar y conservar los objetos de nuestras colecciones, pero a las mujeres el ultimo punto les parece absurdo, por mucho que le gusten unas zapatillas a mi esposa, en cuanto su mente enciende la idea de "escombrar" el closet, se van a la basura varios pares, incluso he visto que tira algunos casi nuevos, para ellas viejo, significa estorbo o basura.
Con los años, he aprendido que protestar ante este desperdicio de recursos es inutil, ellas tienen argumentos que nosotros no entendemos, y que muchas veces no se molestan en explicarnos, ante esto, lo mejor es encogerse de hombros y ver como se van a la basura los recursos que hemos gastado en ellas, pero eso es parte de la vida y enojarse por ello es como enojarse porque el agua moja, lo mejor es hacerse a la idea de que cuando nuestra esposa va a comprar zapatillas, todo el dinero que se gaste, es para su felicidad y que buena parte de el se desperdiciara, pero la hara feliz por el dia en que se los compro y eso es lo que importa.
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