Cuando creci, el mundo era mucho mas pequeño, esta anecdota pertenece a esos lejanos tiempos, en que el Internet no existia, los ambitos de todos estaban restringidos a la colonia o ciudad en la que uno viviera y habia muchas cosas, que no se veian, no existian o simplemente no se encontraban; a esa epoca conocida como los noventas.
Cuando era niño, me compraron los modelos para ensamblar de los portaaviones USS Enterprise y USS Yorktown, y como era natural, los use para jugar, como resultado, cuando llegue a la adolescencia y los converti en modelos de exhibicion, habian sufrido mucho, casi no les quedaban aviones y habian perdido muchas piezas; habia pensado comprar unos nuevos para reemplazarlos, pero jamas habian sido reeditados; eran mis modelos favoritos, lo que podriamos definir como los modelos insignia de mi coleccion; y soñaba con algun dia encontrar unos nuevos para reemplazarlos; cuando empece a trabajar de Consultor, iba mucho al interior de la Republica, y los busque en Papelerias o Tlapalerias, en las raras Tiendas de Modelismo, e incluso en mercados, pero jamas los volvi a ver.
Se volvieron el Santo Grial de mi coleccion, pero pasaron los años y jamas los encontre; un dia, andaba tranquilo por la Marienplatz en München, y me encontre con el nuevo modelo de Revell Alemania, el portaaviones de la Batalla de Midway, que tenia piezas para hacer cualquiera de los tres buques de la batalla; lo compre inmediatamente, pensando en convertirlo en el donante de piezas para reparar mis viejos modelos; llegando a Mexico, puse manos a la obra y reconstrui los dos buques; lo que quedo lo use para construir el USS Hornet, quede satisfecho, pero ese mismo año, Revell norteamerica produjo el USS Yorktown, lo agregue a mi coleccion, aunque sin tener idea clara de porque, quiza tantos años de buscarlo solo provocaron que lo comprara impulsivamente, lo deje en mi reserva y me olvide de el.
Muchos años despues, en un 5 de enero, caminaba por la calle de mi casa, y en un tienda de abarrotes, vi que estaban vendiendo juguetes, nada raro en esas fechas, cual no seria mi sorpresa, al ver que tenian al Enterprise y al Hornet, intactos, olvidados en alguna bodega, los compre inmediatamente, aunque no se me escapo la ironia del asunto, los busque por todas partes, para encontrarlos a una cuadra de mi casa, justo cuando ya habia dejado de buscarlos.